Artículo del " Diario de Mallorca"

 

B. NOGUERA. PALMA María José Loly de Cooman –conocida como Micky– es una profesora de patchwork que hace un año descubrió navegando por internet un diseño de un cojín muy especial. Se trata de una almohada con la sencilla forma de un corazón, pero con una función mucho más importante que la decorativa: evitar el sufrimiento de las pacientes con cáncer de mama sometidas a una mastectomía.
Hoy, 16 meses después de haber confeccionado el primer cojín, el proyecto de Micky ya se ha extendido a todos los hospitales de Mallorca, Menorca y Eivissa, y ha logrado grupos de colaboradores en 19 puntos del resto de España. "Dentro de 2 años quiero que el programa llegue a toda España", señala la impulsora de la campaña.
"Todo comenzó buscando nuevos diseños para mis clases –apunta Micky–, cuando me encontré con la historia de una enfermera de Estados Unidos que tras ser operada recibió como regalo una almohada y se dio cuenta de sus beneficios si se la ponía bajo del brazo". La experiencia norteamericana salió a la luz el año 2001 en unas conferencias celebradas en Washington. Una de las asistentes a la charla era la enfermera danesa Nancy Friis, que decidió llevarse la idea hacia su país y comenzó a distribuir almohadas a todas las mujeres operadas de mama. En 2006, sus cojines estaban en todos los hospitales daneses.
La impulsora mallorquina del proyecto contactó con la enfermera danesa para saber si autorizaba que copiara la idea en España y recibió todas las facilidades: "Me dijo que no necesitaba su permiso y que podía descargarme en su web los patrones y las explicaciones. Y así lo hice".
Tras toparse con alguna puerta cerrada, Micky decidió buscar el apoyo de su entidad, la asociación Gent Gran Europea, que ha respaldado el proyecto durante estos meses de duro trabajo. En este año de camino el proyecto ha logrado el apoyo económico de la Obra Social Sa Nostra en el ámbito de la dependencia de colectivos con enfermedades crónicas.
Una de las características del programa es que las almohadas de entregan a las pacientes de forma totalmente gratuita: "Mucha gente está tan agradecida que insiste en pagar, pero yo les digo que pueden colaborar comprando tela para nuestros talleres. Y esto nos sirve para hacer más cojines", afirma Micky.
Habitualmente, un grupo de voluntarias son las encargadas de hacer la ruta por los hospitales de las islas y entregar en mano las almohadas. "Se dan escenas muy emotivas de personas que empiezan a llorar cuando nos ven porque el cojín les ha ayudado a curar los dolores que tenían en el brazo al dormir o cuando sufrían un leve contacto en la zona operada", añade.
La asociación Gent Gran Europea fue fundada en 1998 y reúne a cerca de 300 personas mayores llegadas a Mallorca desde todo el mundo. Su presidenta, Carla Fluch, apunta que entre sus actividades habituales están las tertulias literarias con intercambio de libros, las clases de patchwork, las excursiones y estancias en hoteles de la isla.